Mi Alpinismo

Invernal al  Mulhacén
  Noviembre de 2006


Página elaborada por José Ángel Berná


El inicio de mi temporada particular 2006-2007 se ha retrasado. El agobio laboral del mes de octubre ha hecho que no se realizara nuestra ya clásica salida de montaña del puente de Octubre. Paco me recrimina (con razón) que este año soy un traidor y mis escusas "laborales" son pura palabrería.

En el fondo tiene razón, porque la mejor forma de desconectar del trabajo es pasar unos días en la montaña.....Tu preocupación ya no es acabar el trabajo a tiempo, si no que es alcanzar el vivac antes de la fría noche, poner todos los sentidos al cruzar un pasaje delicado....Y sobre todo alcanzar la satisfacción personal de la cumbre hollada y la libertad que en ella se respira.

Afortunadamente (crucemos los dedos) este año la temporada invernal se adelanta en fechas. Después de desestimar una escapada a Pirineos (nos informan de que la nieve está a cotas muy altas y el tiempo se prevee regulín) decidimos ir a nuestra cercana Sierra Nevada. A principios de Noviembre ha nevado a unos 2900 metros y las webcams de la estación de esquí nos proporcionan una imagen esplendorosa. Parece que hay una capa continua, así que por lo menos la cumbre estará blanca.

Nos nos demoramos y nos planteamos una actividad de cierta "dureza" para nuestra forma física en el inicio de temporada. Alcanzar la cumbre del Mulhacén desde los Albergues en el día.

El plan es salir el viernes por la tarde, 10 de Noviembre, para dormir en nuestro rinconcito secreto (je,je) de la sierra, antes de llegar a los Albergues.

Sábado 11 de Noviembre: Toque de diana a eso de las 6:00 para empezar a andar a eso de las 7:30 desde los Albergues.  Subida al refugio de la Carihuela y recorrido por el carril hasta el refugio de la Caldera. Ascensión al Mulhacén y pernocta en el refugio de la Caldera.

Domingo 12 de Noviembre: Tempranito de vuelta para el coche que hay que volver a Alicante.

Esas eran nuestras pretensiones mínimas, y en eso quedaron: mínimas y cumplidas. A pesar de que los cuerpos se resienten más cada año que pasa, no estamos muy mal al principio de la temporada. Y esta es la crónica.

El despertar del sábado a las 6:00 me reconforta: he dormido de un tirón como hacía tiempo que no ocurría. Parece ser que la terapia "duerme-en-el-puñetero-suelo-dentro-de-un-saco" es la solución definitiva al insomnio por estrés laboral.

Subimos a los Albergues y nos equipamos. De momento nada de nieve (ya lo sabíamos) y ascenderemos a ritmo ligerito que el día acorta ya y no sabemos que vamos a tardar en llegar a la Caldera. El perfil del Veleta nos vigila en el ya evidente amanecer (al final empezamos a andar a las 7:45).



Pronto las primeras luces nos descubren la visión de la tan esperada nieve...Pero tendremos que llegar hasta los 3000 metros para alcanzarla.



La ascensión nos está resultando cómoda...El haber dormido a una altura considerable respecto de Alicante nos permite avanzar a buen ritmo, alejándonos cada vez más del mundo "civilizado".



La zona de los Tajos de la Virgen invita a recorrer su preciosa arista nevada.....Un buen reto para esta temporada.



Pero finalmente alcanzamos las Posiciones y el Veleta nos pide que calcemos por primera vez los crampones.....No nos hacemos de rogar, ya que la nieve está realmente dura.



Paco siempre disfruta cuando hielo y acero interaccionan y sentimos el maravilloso crepitar de la nieve.



Y después de unas dos horas y media de ascensión alcanzamos el refugio de la Carihuela. Aquí se despejó una de nuestras dudas más importantes: la cara sur de la sierra tiene incluso más nieve que la cara norte.



Ahora podemos vislumbrar cuál será nuestro itinerario hasta el refugio de la Caldera. Seguiremos el ya conocido carril realizando este recorrido, por primera vez para nosotros, entre cumbres nevadas.



La nieve está sin transformar completamente, pero gracias al espesor de unos 20 cms el paso no se hará lento. En este momento tenemos el primer aviso de que, a pesar del buen tiempo, la alta montaña es peligrosa. De los farallones del Veleta caen continuamente trozos de hielo y piedras que acaban en el carril. Su irrupción es imprevisible, pero siguen un aleatorio ritmo que hace poner en alerta los sentidos.



Apuramos el paso en aquellos lugares donde el camino está sembrado de proyectiles, y en aquellos donde el peligro desparece disfrutamos del recorrido. La laguna de Aguas Verdes nos augura que el agua ha regresado a la sierra después de una sequía importante.



Las vistas son estupendas y nuestros ojos se recrean con la belleza del manto blanco de la montaña.




Al cabo de una hora alcanzamos el paso excavado en la roca que nos lleva al valle de las lagunas de Río Seco.



Ya nos queda menos para llegar a la Caldera. En otra hora de marcha alcanzamos el refugio y podemos contemplar la larga pala nevada en que se ha convertido la cara Oeste del Mulhacén.



Es la una y cuarto de la tarde y decidimos acometer la ascensión hoy mismo. Con el regreso hasta los Albergues al día siguiente tendremos suficiente. En el refugio conocemos a unos holandeses que se dirigen hacia el refugio del Poqueira. Les sorprende la presencia de nieve en nuestra sierra.

Después de comer y beber algo acometemos la sencilla ascensión del tipo "pasito a pasito" hasta la cumbre. La temperatura es excesiva (unos 18-20 grados) y decidimos subir sólo con bastones. La nieve está blanda y no parecen necesarios.



Sin embargo la montaña nos vuelve a avisar: nunca te confíes....Habéis cargado con el peso de piolets y crampones hasta aquí...Habéis rechazado emplearlos por que no parecen necesarios...¡ Pues hala ! Un par de tramos de nieve durita para que os caguéis un poquito....Y además donde hay más pendiente....



Después de algún que otro paso donde clavar la bota era fundamental el calor empieza a provocarme estragos....No he tomado suficiente líquido y a unos metros de cumbre tengo un par de tirones en el muslo.... A beber líquido y no forzar que hay que descender.

Al fin, tras una hora y cuarto de ascensión (son las 15:30) alcanzamos el techo peninsular, esta vez con un manto blanco que embellece la cumbre.




Desde ésta podemos contemplar que la Alcazaba no ha sido tan agraciada y presenta menor espesor.



Disfrutamos un poco más de las vistas, pero no nos demoramos mucho en la cumbre, pues el descenso se puede complicar si la nieve se endurece.



Afortunadamente no es así, y con precaución descendemos hacia el Collado del Ciervo, variando la ruta respecto de la ascensión. Allí podemos contemplar la espectacular imagen de la laguna de la Mosca entre la Alcazaba y el Mulhacén.



Alcanzamos finalmente el refugio de la Caldera, que en nuestra ausencia se ha llenado de bastante gente. Es el precio a pagar por el descanso en un lugar cómodo. Dejaremos para otra ocasión el confortable pero más duro vivac.

Decidimos madrugar y al amanecer estamos partiendo del refugio hacia el collado de la Carihuela.




El sol empieza a calentar la gélida mañana y nos avisa de que nuestros sentidos deben estar alerta.




Afortunadamente es pronto y el desfile de bloques de hielo todavía no ha empezado. El paso de los Machos es un lugar conflictivo y esperamos que la suerte nos acompañe al cruzarlo.



Después de ver pasar varias rocas por el carril, alcanzamos el último tramo de la vuelta: la ascensión a la Carihuela, donde las verticales paredes del Veleta y picos aledaños esperan descargar el peso que el sol libera.



Sin más contratiempos alcanzamos el refugio de la Carihuela, donde tomamos una última imagen de la cumbre hollada.



Queda el descenso hasta los Albergues, recorriendo con precaución los tramos más helados de la cara Oeste del Veleta.




Llegamos al coche alrededor de las 11:30 y decidimos partir de regreso inmediatamente. Han sido dos días inmejorables para iniciar la nueva temporada. Esperemos que este año sea como el anterior, y si puede haber más nieve mejor.

Noviembre de 2006


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