A
pesar de que esta temporada está siendo pobre en nieves, hay que
reconocer que Sierra Nevada tiene unas condiciones que ya quisiera el
Pirineo para él. El puente de Diciembre llega con mal tiempo en
forma de frío y viento, pero desgraciadamente nada de nieve.
José Miguel y yo decidimos aprovechar una breve ventana de
tiempo para hacer una actividad alpina del día (José
Miguel todavía no se ha estrenado en esta temporada): el Veleta.
Además, hay predicción de mucho frío (-10º C
en la cumbre y un poco de viento) lo que nos permitirá hacer un
test de nuestro material ante el frío (sobre todo la chaqueta de
North Face que me trajo Paco de China y que me hacía dudar de su
calidad, pero que pasó la prueba con nota).
Así que un viernes por la tarde salimos hacia Granada para pasar
la noche cerca de los Albergues, y al día siguiente realizar la
ascensión. Esta vez nos llevamos la tienda, porque no queremos
que el viento nos juegue una mala pasada.
He de decir que este será un viaje divertido, pues algún
que otro contratiempo surgió, pero como la voluntad y la suerte
son grandes los superamos.
Son las 22:00 de la noche y ascendemos por la carretera de Granada a la
Sierra. Hemos cenado y tenemos ganas de montar la tienda e ir al saco.
En una de las curvas escucho como mi compañero grita:
-- NOOOOOOOOOOOOO !!!
-- ¿ Qué pasa tío ? ¿ Se te ha olvidado
algo ?
-- José Ángel, mañana no puedo subir. Se me han
olvidado los botines de las botas.
Increible, pero cierto. Nos vamos a subir una montaña y al gran
maestro se le olvida una parte fundamental del material. Pero hay que
ser optimista, buscar una solución. Hemos hecho mucha carretera
para volvernos sin hacer nada. Así que le sugiero que
mañana intentemos alquilar unas botas de esquí.
Quizás con suerte el botín podamos colocarlo en sus botas.
Con este inicio triunfal de la actividad, nos vamos a dormir que
mañana será otro día.
Dado que tenemos que esperar a que abran las tiendas decidimos no
madrugar mucho, así que a las 6:30 nos ponemos en pie.
Desayunamos y recogemos la tienda. Aquí soy yo el "lumbrera" que
mete la pata hasta el fondo. He tenido la genial idea de encender las
luces del coche para ayudarnos en el proceso de recogida de la
tienda.....SIN ENCENDER EL MOTOR.
Consecuencia: a -4º C la batería se consume a una velocidad
increíble y el resultado es que no puedo encender el motor. Para
más ayuda, el coche está cuesta abajo dirigido hacia un
grupo de árboles y una enorme piedra.
Intentamos empujarlo hacia la carretera: imposible. El coche pesa
demasidado y encima empujando cuesta arriba para llegar a la carretera.
La única opción es ir hacia abajo y encender el motor
antes de chocar contra los árboles....¿ acabará
aquí nuestra excursión ?
Pero como hay que ser positivo, una opción salvadora surge en la
madrugada. Hay luna y tenemos algo de visibilidad. Hay un hueco entre
la piedra y un árbol por donde pasaría el coche y nos
lleva de nuevo a la carretera. Así que lo intentamos, y no se
muy bien cómo pero el coche arranca y no me estrello contra nada.
Después de esto, conseguir unas botas será pan comido.
Llegamos al parking de los Albergues donde hay gran cantidad de puestos
de alquiler de material de esquí. Tenemos que esperar a que
abran y no sabemos cuándo.
Aquí es donde se produce lo que consideramos la aparición
de la Virgen de las Nieves en forma de encuestador de
montañeros. Sí, un encuestador de montañeros.
Parece ser que un organismo (no me acuerdo cuál nos dijo)
está haciendo un estudio de los accidentes de montaña en
Sierra Nevada y quería hacernos unas preguntas sobre el material
que empleábamos.
Así, le preguntamos si no sabe dónde podemos encontrar
unas botas y nos dice:
-- Sí, hombre. Allí enfrente (albergue universitario) hay
una tienda de guías de montaña que igual os pueden
alquilar unas botas.
Madre mía, si conseguimos además unas botas esto va a ser
la bomba. Decidimos acudir al lugar y recibimos un buen jarro de agua
fría. Un personaje, podríamos decir que
antipático, prácticamente nos echa a patadas diciendo que
allí hoy no hay nadie.
Bueno, recurramos de nuevo a las botas de esquí. Pero son las
9:30 y allí no abre nadie. Todo parece perdido, hasta que
decidimos volver a insistir con los guías. Al volver nos
encontramos que hay más gente, en concreto los guías que
estaban a punto de marcharse.
Les contamos nuestras miserias, y la sorpresa es mayúscula
cuando nos dicen que tienen unas botas y que nos las dejan para salir
del apuro. Sin pagar ni nada !!!! Eso es solidaridad montañera y
lo demás tonterías.
Más contentos que unas castañuelas iniciamos la
ascensión al Veleta a eso de las 10:00. Rapiditos que ya
teníamos que estar llegando a la cumbre.
En unas dos horas alcanzamos las Posiciones y dejamos de lado la
estación de esquí, que está a tope de gente pero
con pocas pistas.
Aquí comienzan las inclidadas palas de ascensión a la
cumbre. Y notamos que el frío comienza a ser más intenso:
unos -10º C y de momento el viento flojo.
La zona de los Tajos de la Virgen siempre es preciosa y comenzamos a
disfrutar de la ascensión, haciendo chirriar a los crampones.
A unos 100 metros de la cumbre el viento comienza a soplar más
fuerte (se confirman los pronósticos) y el forro polar comienza
a ser insuficiente (aquí la sensación térmica era
de unos -16º C).
Finalmente alcanzamos la cumbre, y en ella notamos el intenso
frío. Había unos -12º C y un viento moderado
(nótese la dragonera del piolet de José Miguel en la
foto), lo que proporcionaba una sensación térmica cercana
a los -20º C.
Foto de cumbre y mi alegría personal de saber el aguante de mi
ropa "made in China". Eso sí, dudo que se pueda aguantar mucho
en esas condiciones.
Una rápida foto (la verdad es que el frío era realmente
insoportable) de las grandes cumbre de Sierra Nevada: Mulhacén
(en la parte derecha) y Alcazaba (al fondo).
Afortunadamente el descenso fue sin
problemas y pudimos realizar un homenaje gastronómico como se
merecía el día.
Diciembre de 2006